Ajuste de Cuentas (IV)

Me dicen que tenga paciencia, que esto con el tiempo se cura. Qué me queda el recuerdo de nuestro amor. Pues vale: voy, me siento, lloro, fumo y espero… pero, antes se me termina el tabaco que las lágrimas. Ni qué decir de la silla, que ya está algo cansada…

Abro nuestra cajita de madera, la de nuestros tesoros.  Me encuentro con este papelito escrito, ¡puta coincidencia!  hace justo seis años (24 de abril de 2004):

«… Recuérdame estos días con mi mirada enamorada y tus ojos respondiéndome. Así los voy a tener yo. Amor de mi vida, acuérdate de mis besos más dulces, no de los que agónicamente te daba anoche. Enséñame a amarte, pues me das siempre buenas lecciones de cómo hacerlo. Mi ratita, relee esto de vez en cuando, y el resto de correos que te he ido enviando todo este tiempo que llevamos juntos. Yo, desgraciadamente, no podré hacerlo. Hazlo tú por mí y recuérdamelos cuando te haga esas llamadas que significarán, por fin, mi «medalla de oro» de Telefónica.

Los besos más tiernos del mundo, Oso».

Aquella  mañana marchaste a dar una conferencia en algún lugar lejano y tardaste en volver cinco días…

Hoy me quedo con las mismas  palabras. Pero sin vuelta.

5 comentarios en “Ajuste de Cuentas (IV)

  1. es una mierda eso de los recuerdos que se dice a veces… cuando uno lo que quiere es presencia… lo que necesita es presencia.
    Y la ausencia duele tanto…
    Pero lo que si es cierto es que el dolor, sin remitir, se va amortiguando poco a poco.

    No sabes la suerte que has tenido al disfrutar de ese amor…
    Quedate con eso.
    Y con mi abrazo en la distancia.

    • escribo esto con la esperanza, alejandra, que lo leas. conoci a carlos cuando yo tenia 15 años, y el 18, viviamos muy cerca, el en la calle alberto bosch, y yo al otro lado del museo del prado, fue mi primer amor, el primer hombre que me beso, el empezaba la universidad,yo llevaba uniforme de colegio, era un luchador convencido con una maravillosa melena, como buen progue,nuestra historia acabo, nos volvimos a encontrar al cabo delos años,fue un encuentro muy breve, y despues de casi treinta años, el domingo pasado, estando, sin tener porque estar en madrid, vivo en malaga, abriendo , sin tener porque abrir el periodico, encuentro su foto, con su cicatriz en la frente, diciendome que se acabada de ir, yo como pablo coelho no creo en las casualidades, me vienen a la cabeza imagines tan lejanaspero tan claras, su risa, mejor dicho su sonrisa, . no se porque me he tenido que enterar de su partida, no tenemos a nadie en comun, pero me gusta comprobar, me he leido todo lo que hay vuestro en internet, que su vida ha sido coherente, que ha sido el con su imponente presencia, fisica y espiritual. te lo queria decir, alejandra, fue mi primer amor, nunca se me ha olvidado su semblante, y ayer cuando volvi a malaga, en un paseo por el mar, le recorde y le desee lo mejor se que eres especial, porque el lo era,
      el beso que me dio y que me desperto a la vida te lo mando con todo mi cariño y con toda mi fuerza. cuidate maria jose

  2. Es difícil leerte y no sentirse próxima a ti pero también egoísta. Cuando te leo siento tu dolor y a la vez el alivio inmenso de no encotrarme en tu lugar, perder a la persona que quieres, a tu compañero de vida, se me antoja como la peor de las pesadillas.
    Es verdad que dicen que el tiempo todo lo cura y ha de ser cierto porque solo tenemos una vida y hay que seguir adelante. Y tu debes hacerlo, por tí, por Carlos y por vuestro amor.
    No te conozco personalmente pero te aprecio de verdad.
    Un abrazo!!

  3. Está cabrón,
    creo que a sensación de vacío es la que parte el alma, la incertidumbre rodeada de certidumbre…
    Y está re cabrón decir, escribir, inventar algo porque pos también está cabrón decirte algo más que estoy contigo, para tí para lo que tu ordenes…
    Y así, entre cosas que están cabronas hay certezas: la certeza del amor, de las huellas de la vida, de la necesidad de inventar nuevos caminos y una contundente realidad que de a poquito, sin prisa, seguramente te acogerá y te guiará hacia un destino cálido y dulce, talvez no el deseado, pero si el que podrás construir.

    Un abrazo cabrón para estrujarte muchito.

    Te quiero hermana.

    ah y por cierto en todo esto he olvidado decirte que me encata como escribes, me encanta que tus letras me sorprendan.

  4. Alita querida, entrañable y hermosa hermana… todas las palabras sonarán vacías, lo sé, y que bla bla bla… con esta distancia de por medio, solo puedo decirte con todo el corazón que te acompañamos todos: tus amigos, tus lectores, tus familias… sí, tus familias que has logrado formar alrededor de tu sonrisa, de tu sabiduría y generoso amor. El hogar que lograste formar al lado de Carlos estará siempre en tí y creo que nunca está demás, aunque suene «masoca», abrir la puerta y las ventanas y mirar hacia adentro, mirar a través del profundo color de esas miradas y quereres y secretos y misterios que solo dos han de escribir, que solo ustedes han escrito en las palmas de sus manos. Ese es el tesoro, envidiable tesoro que llevan en su corazón: el haberse encontrado y amado tal como lo han hecho. En cada recoveco de tu memoria, en cada esquina de tu cotidiano ir y venir, encontrarás simpre a tu compañero y su luz abrazándote, guiándote; y más tarde que temprano despertarás un día por la mañana y al mirarte en el espejo todo será paz.
    Te quiero y acompaño hermosa.

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